La fisioterapia ayuda al correcto proceso de cicatrización de los tejidos y a reducir las alteraciones producidas por complicaciones en su procedimiento.

Las cicatrices aparecen cuando se reconstituye el tejido desgarrado, cortado o quemado que aparece sobre una herida. La dermis pierde su continuidad o altera su composición, como también puede ocurrir en afecciones de la piel como el acné o infecciones como la varicela.

El proceso de cicatrización de los tejidos es complejo y puede sufrir alteraciones, dando lugar a huellas de mayor o menor impacto en las actividades de la vida diaria. La causa más habitual de consulta en fisioterapia es la eliminación de adherencias que influyen en el movimiento e incluso en la funcionalidad, afectando en ocasiones gravemente la calidad de vida de las personas.

Complicaciones más frecuentes en el proceso de cicatrización

  • Por exceso: el tejido crece exageradamente formando queloides o se encapsula en granulomas. Esto puede ocasionar restricciones o adherencias sobre estructuras vecinas.
  • Por mala calidad: la dermis regenera de forma inadecuada creando por ejemplo cicatrices retráctiles.
  • Por defecto: el tejido nunca llega a cerrarse generándose un proceso crónico de heridas en la zona afectada.

Factores de riesgo que influyen en la cicatrización

  • Zona de afectación
  • Causa de la lesión
  • Sexo
  • Raza
  • Edad
  • Complicaciones accidentales (infecciones, etc)
  • Factores intrínsecos (vascularización, sensibilidad medicamentosa, etc)
  • Grado de actividad física, nutrición e hidratación
  • Hábitos de salud (tabaquismo, alcoholismo, etc)
  • Abordaje terapéutico

Abordaje terapéutico en fisioterapia

La cicatrización ha de abordarse de diferente manera, sobre todo en función de la zona de afectación y de la causa de la lesión. Es imprescindible una correcta higiene en fases iniciales en las que el peligro de infección en mayor, ya que esto complicaría el proceso de regeneración.

La fisioterapia puede ayudar a la correcta regeneración y reorganización tisular, o a disminuir los efectos de una cicatrización patológica por exceso o retracción, a través de diferentes estrategias.

  • Correcta anamnesis y valoración del tejido cicatricial
  • Masaje circulatorio, drenante, antiadherente o hidratante
  • Técnicas de liberación fascial
  • Movilizaciones, estiramientos y ejercicio funcional
  • Técnica de ventosas
  • Presoterapia
  • Electroterapia y ultrasonidos
  • Crioterapia
  • Correcto seguimiento de evolución y adaptación del tratamiento

Tipos de cicatriz que se pueden abordar con fisioterapia

  • Obstétricas: como las producidas por episiotomía, por laparotomía o cesárea, desgarros, etc.
  • Traumatológicas: las resultantes tras una intervención quirúrgica traumatológica.
  • Deportivas: para recuperación del tejido enfocado a la actividad deportiva.
  • Otras: cualquier tejido cicatricial se puede trabajar con fisioterapia en su fase de contracción y remodelación, o ante una cicatrización patológica.

¿Tienes una cicatriz o tienes prevista una intervención?

Consulta con un especialista de confianza para valorar tu caso y abordarlo a través de un tratamiento complementario adecuado. En intervenciones quirúrgicas programadas es posible preparar el tejido para mejorar el pronóstico posterior. La fisioterapia te puede ayudar a conseguir una correcta cicatrización o a corregir las alteraciones derivadas de un proceso inadecuado.

En tu Clínica FisioParaix contamos con especialistas que pueden ayudarte.

¡Consulta sin compromiso!

Existen numerosas investigaciones y estudios que avalan la eficacia de la fisioterapia como método de elección en el tratamiento de este síndrome, disponiendo de un amplio repertorio de métodos y técnicas diferentes.

Por el momento no existe la cura para la Fibromialgia, pero la fisioterapia trabaja sobre los síntomas que se puedan presentar, mejorando el bienestar y la calidad de vida de los pacientes.

El tratamiento de elección dependerá de los objetivos de la rehabilitación en cada caso. Debido a que los síntomas que presentan las personas con Fibromialgia son tan variables entre personas y en el tiempo, es importante realizar evaluaciones continuadas, y trabajar sobre las afectaciones que acontecen en cada momento. En función de dichos objetivos, disponemos de diferentes tratamientos a combinar, como:

  • Electroterapia: por su efecto analgésico y relajante.
  • Masoterapia: por su efecto relajante y descontracturante. En la mayoría de los casos, no es recomendable hacer los masajes con mucha intensidad, ya que las pacientes son más susceptibles a sus efectos negativos.
  • Estiramientos: por su efecto relajante y de aumento de la elasticidad y movilidad. Se deben de realizar de forma suave y progresiva, siempre evitando el dolor.
  • Vendaje neuromuscular: por su efecto relajante sobre nociceptores presentes en la piel de zonas doloridas.
  • Termoterapia y crioterapia: por sus efectos terapéuticos de vasoconstricción/vasodilatación, disminución de la inflamación y analgesia.
  • Ergonomía e higiene postural: para la prevención de molestias.
  • Técnicas de relajación: por su efecto sobre la disminución del tono muscular y la eliminación del estrés.
  • Ejercicio: el ejercicio de intensidad moderada-leve es imprescindible en la rutina diaria de los pacientes, de forma aeróbica y anaeróbica, pero no siempre es posible de realizar sin producir malestar.
  • Técnicas motivacionales y emocionales: es importante abordar todo aquello que engloba a la Fibromialgia, ya que tiene un componente emocional muy importante. La aceptación, los hábitos de vida saludables, y las relaciones sociales, son elementos que pueden ayudar a disminuir el impacto de los síntomas.

Es imprescindible contar con un buen diagnóstico médico para descartar otras patologías y así poder realizar un tratamiento personalizado, lo más eficaz posible.

En Fisiopatráix llevamos años trabajando para mejorar la calidad de vida de las personas afectadas por la Fibromialgia y el Síndrome de Fatiga Crónica. Consulta sin compromiso.

¿Qué es el suelo pélvico?

Se llama suelo pélvico al conjunto de estructuras musculares y aponeuróticas que tapizan la pelvis. Su función principal es la de sostén de las vísceras pélvicas y el control de esfínteres. Interviene también en el control de la continencia y en la reproducción y función sexual.

¿Cómo afecta el running al suelo pélvico femenino?

Correr es una actividad de impacto, notándose este efecto no solo en miembros inferiores, el suelo pélvico también sufre las consecuencias de esta actividad. Su efecto es beneficioso, ya que estimulamos el tono muscular y lo mantenemos activo. Pero si no se trabaja de forma consciente y adecuada, correr puede ser un mal aliado para nuestra salud perineal. Las consecuencias más habituales, derivadas de la actividad física de alto impacto en mujeres, es la aparición de incontinencia urinaria o prolapsos.

¿Qué son la incontinencia urinaria y los prolapsos?

En este caso, el tipo más frecuente de IU que aparece es la llamada ‘de esfuerzo’, debido principalmente a un debilitamiento de la musculatura perineal por diferentes factores. Se trata de una pérdida de orina tras la realización de esfuerzos que generan presión abdominal. Pueden aparecer en actividades de alto impacto, pero si no se tratan correctamente terminan originando escapes de orina con variaciones de presión suaves, influyendo en gran medida en las actividades de la vida diaria.
El prolapso es la distensión o caída de órganos internos, debido a la debilidad muscular asociada que se origina en el suelo pélvico.

Los factores del running que más influyen en su estado:

  • Superficie de carrera: cuanto más duro sea el suelo que pisamos, mayor impacto generamos sobre nuestro suelo pélvico.
  • Frecuencia de entrenamientos: correr muy a menudo aumenta el impacto continuado.
  • Duración de carrera: largas distancias de carrera pueden fatigar la musculatura perineal, debilitándola.
  • Intensidad de la actividad: cuanto más intensa es la carrera, más impacto generamos.
  • Embarazos, partos o alteraciones previas del suelo pélvico: el estado de las estructuras implicadas serán determinantes para la influencia del running en su musculatura y funcionalidad.

¿Cómo fortalezco mi suelo pélvico para evitar IU y prolapsos?

  • Realizando ejercicios específicos de fortalecimiento de la musculatura perineal de forma regular, como hipopresivos o ejercicios combinados.
  • Usando material específico para trabajar el suelo pélvico, como conos o pesas vaginales, etc.
  • Manteniendo una vida sexual activa también favorecemos el estado de nuestra musculatura.
  • Recurriendo a electroterapia perineal combinada, en caso de no remisión de los síntomas tras su rehabilitación, o si se desea recuperar más rápidamente.
  • Cambiando los hábitos que influyan negativamente en el desarrollo de la IU.

Pregúntale a tu fisioterapeuta, o consulta en nuestra clínica a profesionales especializados.

El 80% de las mujeres presentan incontinencia a lo largo de la vida.
La mayoría de ellas podrían remitir sus síntomas de forma rápida y sencilla.

¡No lo dejes escapar!